Hoy hablamos de un tema de actualidad, pero que últimamente lo tengo por unas cosas u otras mucho más presente. Y tiene que ver con los móviles, estos aparatos que poco a poco se han convertido en una prolongación de nuestra mano, forman parte de nuestro día a día, se levantan con nosotros y se acuestan también a la misma hora, pero siempre con nosotros.
Este fin de semana mismo, salí rápido de casa con mi familia y de pronto me dio un vuelco el corazón porque “OH, HORROR, NO PUEDE SER, ES TERRIBLE… ¡¡¡¡Me había dejado el móvil!!!!”
Durante unos segundos, creedme que sentí un vacío en mi ser, como si algo me faltara para poder seguir con mi día en familia, quise subir a cogerlo, ese fue mi primer impulso.
Pero rápido me tranquilicé y vi que no tenía que llamar a nadie, tampoco esperaba ninguna llamada urgente, en fin, que realmente no lo necesitaba… Tuve que buscar un motivo que justificara el no ir volando a por él. ¡Es muy fuerte!
Y de pronto sentí un alivio inmenso, en serio os lo digo. Me quité un peso de encima al sentir de verdad que no lo necesitaba. Estaba liberada de él, ¡¡¡¡Por un día!!!!!!
Y continué con mi plan en familia, mirar por la ventana del coche, observar lo que ocurría a mi alrededor en un paseo, mirar a la cara a las personas, cerrar los ojos en un banco, escuchar a mi hija adolescente contarme sus historias, estar en una mesa con varias personas observando y escuchando las conversaciones, al fin y al cabo eso es lo que hacía antes de no tener móvil, estar más presente y disfrutar de cada momento.
A veces me acordaba de él y trataba de ser consciente de lo liberada que me sentía por no tener que estar pendiente de si alguien me había escrito, o si había una nueva publicación, o el estado del Whatsapp… Qué fuerte, es que somos adictos al móvil, a las redes sociales, o a la agenda para ver mis tareas de mañana, o de pasado, o de esta tarde…
Y así pasé el día, y regresé a mi casa y ahí estaba él, que había tenido un día de descanso… Y no había pasado nada, superé el día sin móvil, feliz, y no fue ninguna catástrofe.
Y tú ¿eres esclavo de tu móvil? ¿Cuánto te sientes atado a él?
Si os dais cuenta el móvil nos desconecta de la realidad inmediata, nos separa del presente, hace que perdamos la capacidad de estar plenamente en el momento que estamos viviendo.
En lugar de saborear una comida con amigos o disfrutar de una conversación cara a cara, estamos más preocupados por capturar el momento perfecto para compartirlo en las redes sociales por ejemplo.
La sensación de estar siempre conectados nos hace sentir obligados a revisar constantemente nuestras notificaciones, lo que nuevamente nos impide estar plenamente presentes en las experiencias que estamos viviendo y lo que es más importante, nos aleja de los demás.
Todo esto que estamos viendo indudablemente afecta a nuestra salud emocional. Puede generar ansiedad y estrés, por ejemplo para el que sigue enganchado al móvil del trabajo las 24 horas del día; o envidia y baja autoestima para el que usa las redes sociales y se compara con los demás, puede generar también dificultad en la capacidad de concentración y por supuesto para entablar relaciones interpersonales.
En conclusión, es crucial que tomemos conciencia de cómo nuestro teléfono móvil puede actuar como una barreara invisible que nos separa del disfrute pleno del presente.
Sé que este tema no es la primera vez que lo escuchas, pero no hacemos nada al respecto, ha llegado el momento de que te pongas manos a la obra.
Te invito a que pongas en práctica un ejercicio y que luego lo incluyas en tu rutina diaria.
Acuerda una hora en casa para apagar el teléfono, cuando ya hayas terminado tu jornada laboral, al final del día, por la tarde, cuando ya estés en casa. Siempre que sea posible, apágalo y déjalo lejos de ti, incluso ponlo a cargar por la noche fuera de tu habitación. Piensa ya en una hora concreta y hazlo hoy mismo.
Y ahora es tu momento, disfruta de un libro, de una conversación, de la cena, de una serie, de lo que sea que no sea estar mirando el móvil…
Y bien ¿Qué es lo peor que puede pasar si no lo miras? ¿Realmente es tan vital para ti estar conectado?
Es muy probable que rápido notes los beneficios, bajarán tus revoluciones, poco a poco disminuirá tu nivel de ansiedad y dormirás mejor, más tranquilo.
Pruébalo, ponlo en marcha hoy mismo, y ya sabes desconecta el móvil para conectar con el presente.
Puedes ver el vídeo en nuestro canal de YouTube: https://youtu.be/5zv0SnsaTGc
Puedes escuchar el podcast en: https://www.tufamiliacrece.es/episodio-54-desconectar-el-movil-para-conectar-con-el-presente/
