Hoy comienzo a escribiros de lo que de verdad me gusta: LAS EMOCIONES. Todo ese conjunto de sentimientos básicos, propios de cada uno, que vivimos con mucha intensidad, que nos hacen felices o tristes. También os hablaré de cómo GESTIONARLAS. Si aprendéis a gestionarlas, seréis simplemente mucho mas felices.
Para enseñaros, os iré dando lo que yo llamo : «las varitas de entrenamiento emocional», herramientas útiles para enfrentaros exitosamente a cada una de ellas.
Bueno pues empecemos desde el principio. Y diréis ¿El principio de que? Pues hoy vamos a hablar de las emociones que pueden surgir en el principio de cualquier proceso vital. Por ejemplo lo que aparece cuando uno desea algo con todo el corazón y no lo consigue, esto se llama FRUSTRACIÓN.
Para ilustrar un caso de FRUSTRACIÓN con el que seguramente os vais a identificar, os voy a contar la historia de Marta Robles, madre de 31 años, ejecutiva de una empresa de tecnología que quiere quedarse embarazada y no lo logra.
Marta está viviendo una época en la que todas sus amigas empiezan a embarazarse y ella, que lo desearía, no se queda.
Está siendo un momento francamente difícil porque está empezando a auto excluirse de todos los planes. No quiere saber nada, ni de ellas ni de sus bebés, me aclara que ”lo que no quiero es saber nada de su condición de madres”. Está sufriendo mucho, se siente egoísta por no alegrarse del todo de la felicidad de sus amigas queridas. Pero no lo puede evitar… ”como es ese momento en el que todas/todos se tienen que ir a casa porque toca cena y baños… y tú te quedas mirando a tu marido con cara de cordero degollado pensando por dentro: me encantaría estar como ellas…» me decía.
Le di a Marta una varita concreta para que entendiera lo que la estaba ocurriendo y trabajar juntas lo que la estaba pasando, la varita de la frustración.
La frustración es la emoción que te ocurre cuando no consigues algo que deseas. Está directamente relacionada con la ira y la decepción que aparecen cuando percibes esa resistencia que no te deja cumplir tu voluntad. Cuanto mayor sea la resistencia que te encuentras y grande la voluntad de conseguirlo, habrá mayor probabilidad de frustración.
El objetivo de mi varita es ayudarla a desarrollar el “músculo”, la habilidad necesaria que necesita para enfrentarse a esa emoción que la está bloqueando. Y no es un trabajo sencillo porque como todo músculo requiere un entrenamiento personal constante.
El ejercicio que le propongo requiere papel y lapiz y tiempo de trabajo personal con la guía de un profesional y tiene unos pasos concretos:
- Aprende a identificar tus emociones. Reconocer que estas frustrado es algo que parece obvio pero a la hora de la verdad no lo es tanto.Intenta identificar qué es lo que te lo produce en el cuerpo, que dices y que haces cuando estas frustrado.Apuntalo en una hoja.
- Confía en ti y en que vas a poder luchar contra esa emoción.Ponte tus “gafas superpoderes», cada persona tenemos unas gafas propias, únicas y especiales, son nuestras fortalezas. IDENTIFICALAS y apuntalas a continuación.Ellas son las que te van a ayudar a sacar de dentro el antídoto necesario.
- De la misma forma reconoce tus limitaciones, no eres ni mejor ni peor, simplemente eres tú y tus circunstancias. Apuntalo a continuación.
- Procura no tomarte las cosas como algo personal, porque la realidad es que nadie quiere hacerte daño, es tu percepción sobre el asunto lo que te está perjudicando.
- Recuerda que toda caída es una oportunidad. Aprovecha cada caída como un aprendizaje. Deshecha lo que no te ha servido y quédate con lo que sí te ha servido.
- Por último intenta meditar 10 minutos diariamente,respira, relaja, te va a ayudar a serenarte y controlar mejor la emoción, en este caso la Frustración.
Una vez trabajados durante semanas los puntos anteriores en profundidad, Marta se dio cuenta de que la obsesión frustrante por tener hijos no la dejaba ver otras cosas. Descubrió y me manifestó la suerte que tenía de estar recién casada, libre como el mar, disfrutando de otras cosas que la vida le brindaba «en el aquí y el ahora» como : TIEMPO, LIBERTAD E INDEPENDENCIA.
Cambiar su perspectiva sobre la realidad que le ha tocado vivir le ha hecho ser mucho más feliz. Realmente, su realidad no ha cambiado, lo que ha cambiado es la forma de mirarlo. “Me he dado cuenta de la importancia de agarrarse a lo que tienes (/tu pareja/tu familia /tus amigos) y de no obsesionarme con lo que de momento no tengo (los hijos). Mi vida y mi felicidad deberían girar alrededor de las personas con las que he elegido compartirla y luego viene todo lo demás”.
¿Qué os parece su aprendizaje? ¿Cómo os enfrentáis vosotros a la frustración? Hasta aquí el tema de la Frustración, me encantaría saber qué os ha parecido y vuestros comentarios al respecto escribiendo más abajo. Un abrazo muy fuerte a todos. Angela